La zona de conexión Andújar/Cardeña-Guadalmellato nos da agradables sorpresas.

En 2014, en la zona que se extiende entre los embalses de Martín Gonzalo y del Río Yeguas, llegaron tres hembras de lince: Kity, procedente del valle del Yeguas, Gomera, de la zona de reintroducción de Guadalmellato y Habana, llegada desde el valle del Jándula. Al principio, los movimientos de estas pioneras fueron erráticos, pero con el tiempo se fueron asentando cada una de ellas en distintos zonas bien delimitados. Todo apuntaba a que se estaba creando un núcleo incipiente, ya que mostraban un comportamiento cada vez más territorial. Pero si no se les unía un macho el futuro sería incierto, ya que esté núcleo podría disolverse en busca de otros territorios.

Un macho joven en edad reproductiva y en fase de dispersión lo que busca son dos cosas: disponibilidad de alimento y disponibilidad de compañera/as. Cualidades que ofrecía la zona de la que hablamos.

Se tenía esperanza de que en la pasada época de celo (diciembre 2014 – enero 2015), algún macho se aventurase en este área, y este hecho se consumó por partida doble. En el territorio de Habana, a mediados del pasado diciembre apareció Jam, un macho proveniente de la zona de reintroducción del Guarrizas que fue liberado el 18 de marzo de 2013, realizando un desplazamiento aproximado de unos 70 km en línea recta. Por otro lado, en los dominios de Gomera, otro macho indeterminado se fotografió con las cámaras de fototrampeo a finales de enero de este año. Las fotografías no han permitido realizar una identificación fiable para poder conocer su procedencia.

Si este núcleo se consolidase, se podría crear un buen colchón genético para la especie, ya que sus integrantes proceden de lugares distintos.

Aunque hay que tratar estos datos con mucha cautela, todo apunta a que estas nuevas relaciones pueden dar su fruto, como demuestran las fotos del emparejamiento entre Habana y Jam, más aun teniendo en cuenta, que la hembra se ha fotografiado con signos de estar preñada.